La planta industrial que transforma los desperdicios animales realiza una función de reciclado de recursos que es importante en sus aspectos económicos, sanitarios y de protección del medio ambiente, pero deficientes o inexistentes sistemas de tratamiento de sus efluentes contaminan el arroyo Calá y todo su ecosistema.

La cercanía con la localidad de Rocamora y los pocos kilómetros que la separa de la periferia de Basavilbaso genera riesgo de exposición a la contaminación atmosférica a miles de personas y afecta la calidad de vida y el uso y goce de terrenos dedicados a las diversas actividades productivas y de esparcimiento, indica La Calle.

El monto de la sanción económica, 4500 pesos, parece insignificante ante el daño que se está generando. El diputado Julio César Aldaz intentó calmar las críticas: ?A partir de ahora la empresa deberá cumplir con las reglas o de esta sanción se podrá avanzar en multas de mayor valor e incluso la clausura?, afirmó.

Fuente: APF.