Redacción EL ARGENTINO
Los gritos provenían de un departamento cercano. Sin perder tiempo, los policías localizaron el lugar de donde se pedía auxilio y fueron recibidos por una joven de 19 años, visiblemente alterada. Entre lágrimas, relató que había mantenido una fuerte discusión con su pareja, un joven de 26 años, quien le había arrebatado el teléfono celular, la tomó del cuello y de los brazos, y le impedía salir del domicilio.
Ante la gravedad de la denuncia, los uniformados comunicaron el hecho a la Fiscalía de Género, que ordenó de inmediato la aprehensión del agresor y su traslado a la Jefatura Departamental. En paralelo, intervino el personal de la Comisaría del Menor y la Mujer, que se encargó de tomar la denuncia formal y de instalar un botón antipánico (B.A.P.) para resguardar a la víctima.
Este episodio reaviva la preocupación por los hechos de violencia de género en la ciudad y resalta la importancia de la rápida respuesta que se debe tener ante este tipo de emergencias, donde la intervención oportuna puede marcar la diferencia.