El canciller argentino Pablo Quirno y su par de Uruguay, Mario Lubetkin, mantuvieron este martes una reunión en Buenos Aires que reabrió la agenda política entre ambos países y dejó una frase de peso histórico en la región: “Nunca más puentes bloqueados”. La definición hecha por el ministro uruguayo, aludiendo al conflicto que marcó a Gualeguaychú durante más de una década, se dio en el marco del debate por el proyecto de HIF Global en Paysandú.

Lubetkin confirmó que Quirno viajará “en las próximas semanas” a Montevideo acompañado por el gobernador Rogelio Frigerio, quien meses atrás había manifestado su preocupación por el impacto de la planta de hidrógeno verde a pocos kilómetros de Colón. En la capital uruguaya habrá encuentros con distintos ministerios para avanzar en un esquema de diálogo que ambos calificaron como “sereno y constructivo”.

En la reunión también repasaron temas centrales de la agenda bilateral: el acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos, la hidrovía Paraguay–Paraná y el avance del proyecto industrial en Paysandú. El canciller uruguayo subrayó que su encuentro con Quirno fue el primero con un ministro argentino desde que asumió, y destacó el clima positivo del vínculo entre ambos gobiernos.

Consultado por las manifestaciones en Colón contra la planta de hidrógeno, Lubetkin fue categórico: “Nunca más puentes bloqueados. Eso está clarísimo desde ambos lados”. Enfatizó que la prioridad de ambos Estados es evitar cualquier escalada similar a la vivida en Gualeguaychú y que trabajan para “generar serenidad” en un tema que despierta sensibilidad en las ciudades fronterizas.

Aseguró además que, de concretarse la obra en Paysandú, “no va contra nadie”, y sostuvo que si persisten dudas en la población “se tomarán las medidas necesarias para reducirlas y eliminarlas”. Ratificó que la visita de Frigerio será clave para transmitir garantías a los vecinos entrerrianos y mantener abierto el canal político en una instancia que —insistió— debe resolverse con “diálogo y tranquilidad”.

El mensaje de ambos cancilleres apunta a sellar un acuerdo de convivencia fronteriza y evitar repetir uno de los conflictos socioambientales más prolongados de la historia regional. Esta vez, con el compromiso explícito de que los puentes que unen a Entre Ríos y Uruguay no volverán a ser escenario de reclamos bloqueados.