Redacción EL ARGENTINO
La medida del Gobierno, a través del Decreto 695/25, busca abrir al capital privado la compañía para abastecer de energía a un megaproyecto de OpenAI en la Patagonia, conocido como Stargate, que prevé un centro de datos con altísimos consumos de agua y electricidad.
El impulso a la privatización se aceleró tras el anuncio de inversión de 25 mil millones de dólares de OpenAI, aunque los detalles sobre plazos y la empresa Sur Energy, supuesta proveedora de energía, siguen siendo difusos. Esta empresa, desconocida en el mercado, sería la encargada de aportar energía al proyecto Stargate, lo que ha generado inquietud en el Senado y sectores políticos que cuestionan la falta de transparencia en la operación.
Mayans, desde Formosa y en medio de su campaña electoral, confirmó que intentará garantizar los dos tercios necesarios para declarar a Nucleoeléctrica “inenajenable” y protegerla de la entrega al capital privado. Hasta el cierre de esta semana, la bancada de Provincias Unidas contaba con 41 voluntades a favor de la iniciativa, siete votos menos de los requeridos para bloquear la medida del Ejecutivo. Entre los apoyos figuran radicales como Martín Lousteau y Pablo Blanco, la larretista Guadalupe Tagliaferri y representantes de Misiones y Santa Cruz.
El presidente del bloque UCR, Eduardo Vischi, manifestó disposición a respaldar la declaración de inenajenabilidad, aunque con reservas tras episodios anteriores en los que se intentó introducir el tema por la ventana. Por su parte, sectores del kirchnerismo siguen atentos a la actuación de aliados de Milei como Carlos “Camau” Espínola, dado que buscan recuperar influencia en el Senado y frenar iniciativas que limitan los decretos de necesidad y urgencia.
Mientras se acerca la sesión prevista para el jueves, el panorama refleja la complejidad del debate: la privatización de Nucleoeléctrica no solo involucra intereses políticos y económicos, sino también la administración de recursos estratégicos, como la energía nuclear y el agua, esenciales para proyectos de gran escala en el país.
El resultado de esta votación tendrá un impacto directo sobre el control de las centrales nucleares argentinas y sobre la capacidad del gobierno de Milei para avanzar con la asociación privada con OpenAI, en un contexto de alta tensión política y electoral que anticipa semanas decisivas en el Congreso.