Redacción EL ARGENTINO
El presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, cuestionó al presidente de la Nación, Javier Milei, luego de que el mandatario pidiera la renuncia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y sugiriera la intervención del distrito en el marco de la creciente ola de inseguridad.
A través de un comunicado oficial, Kirchner calificó los dichos de Milei como un “acto de gravedad institucional” y lo acusó de “agredir a los bonaerenses que eligieron democráticamente a sus representantes”. En ese sentido, el dirigente peronista instó al Presidente a dejar de promover enfrentamientos y a trabajar en conjunto con la provincia para resolver la crisis de seguridad.
“Lo llamamos a la reflexión –una vez más– como lo hicimos cuando promovió irresponsablemente la rebelión fiscal para desfinanciar la provincia”, expresó Kirchner. Además, reclamó la restitución de fondos que, según él, fueron recortados por el gobierno nacional: “Si realmente le preocupa la vida de las y los bonaerenses, hoy mismo comience a trabajar en conjunto con la provincia y devuelva los más de 700 mil millones de pesos que le quitó para seguridad”.
“Salvo que sólo quiera aprovechar este doloroso momento de las familias de las víctimas para fines electoralistas”, remató Máximo Kirchner.
El líder del PJ bonaerense también denunció que funcionarios y legisladores afines a Milei están impulsando consignas violentas en redes sociales en contra de Kicillof. “Irresponsablemente, sus funcionarios y legisladores promueven consignas violentas y llaman a instalar tendencias en redes sociales acusando al gobernador de asesino”, advirtió, y le exigió al presidente que tome medidas para frenar esas prácticas: “Convóquelos a ellos también a renunciar a esas prácticas y dedicar el tiempo a redoblar esfuerzos”.
Las declaraciones de Kirchner cobran especial relevancia debido a su relación tirante con Kicillof dentro del peronismo. Sin embargo, a pesar de ese contexto, no dudó en respaldar al gobernador bonaerense en su disputa con el gobierno nacional, en sintonía con otros dirigentes del espacio que ya se habían expresado en forma individual sobre el tema con anterioridad.
El enfrentamiento entre Milei y Kicillof se intensificó por la serie de crímenes que se registraron en el conurbano bonaerense, que desataron una nueva crisis de seguridad en la provincia.
Ayer, Kicillof defendió la gestión de seguridad en la provincia a raíz de la conmoción que generó el crimen de Kim Gómez, una nena de 7 años que murió en medio de un asalto en La Plata. El gobernador cuestionó la falta de recursos enviados por el Gobierno nacional y acusó al presidente de “abandonar a los bonaerenses”, sobre todo por la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal del distrito, una medida dispuesta por el gobierno libertario que impactó en las finanzas provinciales.
Milei, a través de un mensaje en las redes sociales, calificó esta mañana como un “baño de sangre” la situación en el conurbano bonaerense y acusó al mandatario provincial de sostener una “doctrina prodelincuentes”.
El Presidente señaló que la visión del Gobierno nacional sobre la seguridad está en las “antípodas” de la de Kicillof y lo responsabilizó por el incremento del crimen en la provincia. Además, propuso que la Nación intervenga el distrito para aplicar una política de “tolerancia cero”, alineada con las estrategias de seguridad implementadas por el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, y el economista Gary Becker.
“Dado que la provincia es un baño de sangre, y nuestra visión sobre cómo afrontar el problema es tan distinta, y usted claramente no puede resolverlo (...), si le interesa el bienestar de los bonaerenses, córrase del camino (esto es, renuncie) y déjenos intervenir la provincia”, planteó el presidente.