Por Luciano Peralta
Malestar por el recorte de personal en el Iosper Gualeguaychú. El recorte anunciado por el interventor del Instituto de la Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper), Mariano Gallegos, llegó a Gualeguaychú. La semana pasada, al menos cuatro empleados fueron desvinculados de la agencia local. Pero no hubo comunicación oficial: cuando fueron a marcar su ingreso en el reloj digital, como todas las mañanas, el sistema ya no reconoció sus usuarios.
Como sucedió en otras delegaciones de la provincia, desde Paraná no dieron ningún tipo de aviso previo o información al respecto, ni formal ni informalmente, por lo que estas personas ingresaron a sus puestos de trabajo. Pero, ante la consulta por la inusual situación, a dos de ellos les notificaron que se había decidido prescindir de sus servicios, mientras que una de las personas afectadas fue reincorporada.
Todas tenían contrato de obra (facturan por su trabajo) y tres de las cuatro suman más de cinco años de antigüedad en la obra social, lo que evidencia la precarización sostenida desde el Estado provincial hace mucho tiempo. Además, entre los afectados está el médico auditor de la delegación, “un profesional comprometido como pocos, que jamás faltó a su lugar de trabajo, nunca”, afirmó una de las fuentes calificadas consultadas por EL ARGENTINO para esta nota.
“Sin auditoria médica, para Gualeguaychú y las zonas aledañas, como Larroque, Aldea San Antonio o Pueblo General Belgrano, vamos a depender más de la auditoría de Paraná, lo que se va a traducir en más burocracia y más tiempos de espera para los afiliados”, expuso una de las fuentes.
¿Quiénes quedan sin trabajo?
La administración provincial decidió intervenir la obra social, de la que dependen 300 mil personas del sector público (que aportan el 3% de su salario mensualmente), en diciembre pasado. Los argumentos fueron el déficit operativo, que, según datos oficiales, supera los $2 mil millones mensuales, por un lado. Y, por otro, la necesidad de “cortar los curros” de la política, como sostuvo el propio gobernador, Rogelio Frigerio, ante la Asamblea Legislativa, donde calificó al Iosper como “un nicho de corrupción”.
Ambos argumentos resultan válidos y atendibles, sobre todo en la era de la motosierra, cuando todo lo que es público, de ante mano, se ve cuestionado. Pero, ¿cuál es el criterio para el recorte anunciado? ¿la auditoria se hizo realmente en todas las agencias? ¿lo empleados son meros números a los que hay que eliminar para que cierren las cuentas? ¿es lo mismo un “ñoqui” que alguien comprometido y responsable?
Esas son algunas de las muchas pregustas que por estos días se hacen en la agencia de Gualeguaychú. “Más allá de la crueldad y la falta de humanidad con la que están haciendo esto, porque a los chicos ni siquiera les avisaron que los iban a dejar sin trabajo, se despidió a personas que trabajan muy bien, personas que son muy cumplidoras, eso se puede verificar en el sistema de asistencia y en el registro de trámites presentados”, expuso otra de las fuentes consultadas. “Además, ocupaban lugares clave, lo que es un problema, porque no es que va a venir cualquiera y va a poder hacer ese trabajo. Son años de formación y experiencia”, agregó.
La “injusticia” sufrida por el personal de la obra social, que es deficitaria hace mucho tiempo y arrastra problemas estructurales, se puede constatar fácilmente. Mientras que aquellos a los que no se les renovó el contrato son calificados por sus compañeros como “responsables” con su trabajo, hay al menos un caso de inasistencia laboral hace más de un año, porque “está con certificado médico” y, por otro lado, otro que hace ruido internamente: una persona con banca directa del gremio (UPCN) que estuvo más de dos años sin asistir a la obra social. “Para ellos nos hay sumario, ni nada, mientras los que hacen bien las cosas están sufriendo la desgracias de quedarse sin el sustento para sus familias, algunos de ellos son único sostén y tienen hijos con discapacidad”, apuntó un ex empleado de la obra social que accedió a dialogar con EL ARGENTINO con la condición de mantener el anonimato.
“No hicieron una verdadera auditoría”
A través del Decreto 367, el gobernador Frigerio designó, en diciembre pasado, como interventor del Iosper a Mariano Gallegos y como sub interventora a Marina Alegre. Esta última llegó desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos y renunció a la intervención hace apenas unos días atrás (fue reemplazada por Ricardo García, ex director General de Hospitales de la provincia).
Por su parte, Gallegos es un hombre del PRO, de la línea de Rodríguez Larreta, pasó por la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (Obsba) y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, durante el gobierno de Mauricio Macri. Además, fue interventor del PRO en Tierra del Fuego.
La semana pasada, en declaraciones periodísticas, Gallegos habló de los resultados de las auditorías realizadas y habló de la gran deuda operativa del Iosper, de contratos que no se condicen con la prestación real del servicio y de otras irregularidades.
“Hay cuestiones muy irregulares desde donde uno lo mire, desde contratos, gente que se le paga el sueldo y no da prestación, medicamentos que se pagan un 1.000% más caro que lo que están en el mercado; contratos que no proveían y se pagaban regularmente. Donde hacemos una investigación profunda, vemos que hay una irregularidad”, expuso en una entrevista con Radio Plaza, de Paraná.
“Que quede claro que cuando yo digo recortar lo que no es necesario, no hablo ni de prestaciones ni nada de lo que sea el objeto específico de la obra social que dar salud. Pero, por ejemplo, puedo decir que el Iosper tiene una flota de autos que no tienen ninguna razón de ser que tenga. Son autos buenos y caros, ¿para quién? ¿quién los usa? ¿para qué se necesitan? Es un ejemplo de lo que nosotros decimos que hay que recortar las cosas que no son necesarias”, apuntó, entre otros ejemplos.
Otra vez: los argumentos son lógicos y atendibles, pero, en Gualeguaychú ¿qué criterios se tomaron para el recorte de personal?
“Acá no hicieron una verdadera auditoría, a la delegación Gualeguaychú nunca vino nadie dese que la obra social fue intervenida. Así no se puede saber qué es lo que falta, qué es lo que sobra, cuál es la situación real de nuestra delegación”, cuestionaron desde adentro de la obra social.
“En esta agencia no sobra nadie”
El jueves pasado, el interventor Mariano Gallegos recibió una carta, en la que se solicita la reincorporación de los despedidos. La misma fue iniciativa de los propios compañeros de los damnificados.
“Los abajo firmantes, empleados de la agencia del Iosper en la localidad de Gualeguaychú, nos dirigimos a usted y por su intermedio a quien estime corresponda a los fines de solicitarle quiera tener a bien contemplar la inmediata reincorporación de nuestros compañeros de trabajo”, sostiene el documento al que accedió EL ARGENTINO.
“Sabemos que no son nuestros compañeros los que provocan el déficit de la obra social, por el contrario, si revisan los relojes de registros de asistencia tienen una concurrencia diaria regular, al mismo tiempo que en los sistemas hay registro de su trabajo, su compromiso para con la tarea y su empatía con los afiliados, por el contrario, reforzamos que en esta agencia no sobra nadie”, asegura el documento. Y cierra: “Haciendo mención a lo manifestado por nuestro gobernador, que los compañeros que trabajaran no les iba a pasar nada, es que acudimos a usted y a su gesto solidario entendiendo que se han avasallado los derechos de estos trabajadores. Desde allí, que firmamos esta nota convencidos de que no son ellos los que deben estar fuera de la obra social”.