Esta semana se desarrolló en Gualeguaychú un debate oral contra un sujeto que el 13 de febrero de 2024 se presentó en el domicilio de una joven que había sido su pareja y la interceptó cuando ella entraba a su casa. El imputado le exigió que le entregara su teléfono celular y pese a la negativa de la víctima, ingresó a la vivienda y ejerció violencia de género sobre ella.

El hombre entró en la casa sin la autorización de la víctima e incurrió en un primer delito. Luego, y a pesar de los reiterados pedidos de la joven para que el hombre de fuera, el acusado volvió a requerirle que le entregara el aparato celular. Siguió usando la fuerza física para doblegarla, apretándola y sujetándola violentamente, mientras que ella se resistía y se defendía de las agresiones.

La joven resultó con lesiones que luego fueron caratuladas como leves, pero fueron lesiones al fin, que recibió y que cesaron únicamente cuando finalmente le entregó su teléfono celular. Todo ello formó parte de la acusación que impulsó el querellante Martín Britos y la fiscal Alejandra Montiel, que solicitó la pena de un año y dos meses de prisión de cumplimiento condicional por los delitos de “violación de domicilio y lesiones leves agravadas por ser cometidas contra su pareja y por mediar violencia de género”.

Durante las jornadas del juicio, se presentaron numerosos testimonios, informes periciales y pruebas documentales. Entre quienes declararon se encuentran la víctima, dos licenciadas en Psicología y el médico forense), familiares y amigos de la víctima, además del personal de Criminalística que participó de las pericias y amigos del propio imputado, quien también declaró.

El vocal del Tribunal de Juicios de Gualeguaychú, Tobías Podestá, escuchó el jueves los alegatos de clausura de las partes y será quien lea la semana próxima el adelanto de veredicto sobre el futuro judicial del imputado.