En la madrugada del último viernes de agosto, un llamado telefónico alertó al personal policial de la Comisaría Quinta sobre un episodio de violencia de género. La voz quebrada de una mujer, atravesada por una agresión, quedó grabada en el servicio de emergencia, en donde denunciaba con nombre y apellido a su atacante.

Cuando la Policía llegó al lugar, el atacante ya no estaba, pero se pudo confirmar que había sido el sujeto con el que la víctima había mantenido una relación de pareja pero que luego había logrado excluirlo del hogar con una denuncia por violencia física y psicológica sobre ella.

En esa madrugada del 29 de agosto, el joven logró inmiscuirse dentro de la vivienda de la joven en Pueblo Belgrano y le causó lesiones que luego fueron confirmadas por el médico policial. Con esta agresión también quedó en evidencia que el sujeto había violado una restricción judicial impuesta tras la primera denuncia.

Según pudo confirmar EL ARGENTINO, estaba excluido del domicilio donde ingresó y estaba en conocimiento de las medidas ordenadas por el Juzgado de Familia en protección de la mujer. Fue así que inmediatamente se ordenó se cumplió con su arresto, para el traslado posterior a la Jefatura Departamental, donde se encuentra alojado hasta la actualidad.

Horas después de su detención se requirió la prisión preventiva, que se dispuso hasta el próximo 20 de octubre, pero la defensa trató de conseguir sin mucho éxito que la medida se cumpliera de forma domiciliaria, pero como ya había violado una restricción judicial, desde el Tribunal de Juicios se dispuso que continúe alojado en la Jefatura hasta la realización del proceso penal.

Este joven de 29 años enfrenta una imputación por los delitos de “Lesiones Leves Agravadas por el Vínculo y por Mediar Violencia de Género, en concurso real con Violación de Domicilio, Daño, Amenazas Simples y Desobediencia Judicial”.