Redacción EL ARGENTINO
La Unión Industrial Argentina (UIA) encendió señales de alarma sobre la situación del sector productivo al cierre de 2025 y advirtió por la pérdida de empleos y el estancamiento de la actividad, tras una reunión de su conducción con el ministro de Economía, Luis Caputo. El diagnóstico fue plasmado en un comunicado difundido luego de la última reunión de Junta Directiva del año.
Según el documento, la industria transita el tramo final del año con una dinámica productiva débil y heterogénea entre sectores, lo que impactó de manera negativa en el empleo formal. En septiembre se perdieron 4.303 puestos de trabajo y, en los primeros nueve meses del año, la caída acumulada alcanzó los 21.190 empleos registrados.
La entidad señaló además que el uso de la capacidad instalada se ubicó en el 61% en octubre, de acuerdo con datos oficiales, reflejando las dificultades para sostener niveles de producción en varios rubros. En ese contexto, los industriales alertaron por un escenario complejo que condiciona las perspectivas de corto plazo.
Antes de la reunión de Junta Directiva, el presidente de la UIA, Martín Rappallini, junto a miembros del Consejo Directivo, mantuvo un encuentro con Caputo y el secretario de Comercio, Pablo Lavigne. Allí intercambiaron diagnósticos sobre los principales problemas del sector y analizaron posibles medidas de cara a 2026, con el compromiso de sostener una agenda de trabajo conjunta.
En su balance, la UIA valoró como avances la estabilización macroeconómica y el equilibrio fiscal, pero remarcó la necesidad de profundizar políticas que faciliten el acceso al crédito y reduzcan la elevada presión tributaria sobre la producción de bienes transables. En particular, insistió en la urgencia de una reforma tributaria con foco en las PyMEs para bajar el denominado “costo argentino” y mejorar la competitividad frente a la competencia externa.
El comunicado también destacó el inminente debate legislativo sobre la modernización laboral, para el cual la entidad presentó propuestas propias. Según la UIA, la iniciativa puede ser un paso clave para comenzar a revertir problemas estructurales en la generación de empleo registrado, que lleva más de una década sin crecimiento sostenido.
Desde la central fabril sostienen que los cambios apuntan a reducir la litigiosidad, otorgar mayor previsibilidad a las empresas y fomentar la creación de empleo formal, ejes que consideran centrales para reactivar el entramado productivo y su cadena de valor.
En ese marco, Rappallini volvió a expresar su preocupación por el freno de la actividad industrial y la pérdida de competitividad en un año que definió como “de transición”, y remarcó que la falta de creación de empleo registrado en los últimos 15 años refleja la profundidad de los problemas estructurales que enfrenta la economía argentina.