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INTA propone un control integrado para combatir la garrapata bovina

Especialistas del INTA Colonia Benítez destacan que combinar manejo sanitario, ambiental y genético permite reducir pérdidas y mejorar la competitividad ganadera.

Lunes, 13 de Octubre de 2025, 9:40

Redacción EL ARGENTINO

El control de la garrapata bovina, uno de los principales desafíos sanitarios del norte argentino, vuelve a estar en el centro de la agenda productiva. Especialistas del INTA Colonia Benítez, en Chaco, promueven un modelo de control integrado que combina estrategias sanitarias, ambientales y genéticas, con el objetivo de reducir pérdidas y aumentar la eficiencia en la producción de carne.

 

Según los investigadores, esta parasitosis representa una restricción importante en las zonas tropicales y subtropicales, donde el calor y la humedad favorecen su propagación. “La garrapata genera pérdidas económicas severas, afecta la ganancia de peso y la calidad del cuero, y transmite enfermedades que comprometen la salud animal”, explicó Victoria Rossner, investigadora del INTA Colonia Benítez.

 

Los estudios realizados por el organismo muestran resultados alentadores. En bovinos en crecimiento, entre 12 y 24 meses, la aplicación de protocolos integrados permitió obtener incrementos de entre 18 y 42 kilos de peso vivo por año. “Estos resultados confirman que la combinación simultánea de técnicas —y no la dependencia exclusiva de productos químicos— mejora los indicadores productivos y retrasa la resistencia a los acaricidas”, afirmó Rossner.

 

El enfoque del INTA se basa en tres pilares fundamentales: el uso estratégico de acaricidas químicos en momentos específicos del ciclo de vida del parásito; la rotación y el descanso de potreros, para interrumpir la presencia de larvas; y la incorporación de biotipos bovinos naturalmente resistentes, capaces de limitar la infestación.

 

“Los esquemas de control deben formar parte de programas de mediano y largo plazo, con tratamientos concentrados en etapas clave del año, como la salida del invierno, para lograr efectos duraderos en las poblaciones de garrapatas”, indicó la investigadora.

 

Rossner también advirtió que los cambios climáticos y en el uso del suelo pueden modificar la distribución e incidencia de patologías, lo que refuerza la necesidad de adaptar las estrategias sanitarias a los nuevos escenarios ambientales.

 

Finalmente, el INTA subraya que el éxito de estos programas depende del acompañamiento técnico adecuado. “Los productores deben actualizarse y trabajar junto a veterinarios con conocimiento tecnológico, que los orienten en el manejo integrado y en la aplicación eficiente de las prácticas”, recomendó Rossner.

 

El trabajo sobre control integrado será presentado este martes 14 de octubre durante la 2ª Jornada Ganadera del INTA en Chaco, donde se debatirán nuevas estrategias para la sostenibilidad de la ganadería en regiones subtropicales.

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