Redacción EL ARGENTINO
La siembra de sorgo correspondiente al ciclo agrícola 2025/26 transita su tramo final en Entre Ríos y las proyecciones anticipan una fuerte retracción del área implantada. De acuerdo con las estimaciones actuales, la superficie alcanzaría las 55.000 hectáreas, lo que representa una caída interanual del 55%.
En términos absolutos, la reducción sería de unas 66.000 hectáreas respecto del ciclo anterior, marcando uno de los descensos más pronunciados de los últimos años para este cultivo en la provincia. De confirmarse este escenario, se trataría de la segunda menor superficie sembrada con sorgo desde el ciclo 2000/01.
Los relevamientos indican que restan muy pocas hectáreas por implantar y que el panorama ya se encuentra prácticamente definido. La baja en la superficie refleja un cambio significativo en las decisiones productivas, en un contexto marcado por variables económicas, climáticas y de mercado que condicionan la planificación agrícola.
En cuanto a la composición del área sembrada, el sorgo granífero concentraría el 56% de la superficie total, con unas 31.000 hectáreas. El 44% restante, equivalente a cerca de 24.000 hectáreas, correspondería al sorgo doble propósito o forrajero, utilizado tanto para grano como para alimentación animal.
El retroceso del sorgo se suma a las señales de reconfiguración del mapa agrícola entrerriano, con productores que ajustan estrategias ante la rentabilidad relativa de los cultivos, los costos de producción y las expectativas de rendimiento. El desempeño del ciclo 2025/26 permitirá evaluar el impacto de esta caída en la producción provincial y en las cadenas asociadas al cultivo.