Redacción EL ARGENTINO
Tomás Andrés Albelo fue el protagonista de un hecho policial que tomó trascendencia a mediados de noviembre y que las imágenes de las cámaras de seguridad se viralizaron por el accionar que tuvo la víctima al advertir que su asaltante la amenazaba con un arma de plástico.
Fue detenido el lunes 17 de noviembre, tras ser identificado por las cámaras de seguridad, como el autor del asalto a mano armada en un comercio situado en calle Gervasio Méndez al 2600, en el barrio 348. Había una orden de detención vigente y personal de la división Investigaciones lo aprehendió en inmediaciones de calles Salaverry y Santiago Díaz, en cercanías del domicilio de sus padres.
Este joven de 26 años había sido identificado como la persona que el sábado 15, durante la siesta, ingresó a la despensa que atendía una mujer de 28 años y tras simular ser un cliente, extrajo un arma de fuego de entre sus ropas y amenazó a la trabajadora. Le exigió la plata que había en la caja registradora, mientras le decía que le iba a pegar un tiro.
Mientras sacaba el dinero recaudado en el negocio, la mujer percibió que el arma se trataba de una réplica y no dudó en enfrentar al asaltante. Forcejeó y logró que el delincuente saliera corriendo, abandonando el local y llevándose consigo una bolsa con 600 mil pesos aproximadamente. La víctima salió detrás de él y alcanzó a observar que abordó un remis estacionado sobre calle Las Azucenas, caso Gervasio Méndez, pero no pudo evitar que el auto abandonara el lugar.
Este dato también fue clave, porque el personal de Investigaciones, además de obtener el registro fílmico de la despensa, logró identificar el auto en el cual escapó. Ese chofer nada tenía que ver con el robo y también fue víctima de Albelo en su raid delictivo. Según declaró el hombre, ese sábado tomó pasaje en la agencia de Ayacucho y Urquiza, y su pasajero le pidió que lo llevara al barrio 348, que tenía que cobrar una cuenta. Lo hizo estacionar en calle Las Azucenas, y le dijo que lo esperara, que regresaba al rato. Minutos después, Albelo llegó apurado, se subió al Chevrolet Corsa y le indicó que lo llevara a San José y Juan Lapalma, que su hijo estaba con asma y tenía que llevarlo al hospital.
El remisero algo presintió, pero apenas llegó al destino, el delincuente abrió la puerta y se fue corriendo, hacia calle Juan Lapalma, sin abonar los 14 mil pesos del pasaje. Más tarde se enteró que la Policía estaba preguntando por un viaje hacia el barrio 348 y el chofer no dudó en presentarse ante la Policía y realizar la denuncia correspondiente. Este hombre aportó datos que orientaron a los investigadores que posteriormente pudieron localizar y detener al asaltante.
Albelo permaneció alojado en la Jefatura Departamental, a la espera por la definición de su futuro judicial. En principio, se le dispusieron de 10 días, pero tras ese tiempo fue llevado al Hogar de Cristo para iniciar un proceso de desintoxicación y gracias a la falta de antecedentes penales, su situación penal fue benévola. Se sometió a un juicio abreviado y, si bien se le dio el máximo de la pena establecida para el tipo de hecho que cometió, recibió tres años excarcelables, con la condición de realizar una rehabilitación en el lugar donde se encuentra.