Redacción EL ARGENTINO
Estudiantes de La Plata se quedó con el Trofeo de Campeones 2025 tras vencer 2 a 1 a Platense en la final disputada este sábado por la tarde en el estadio Único de San Nicolás. El conjunto dirigido por Eduardo Domínguez revirtió un marcador adverso en el complemento y encontró en Lucas Alario a su gran figura, autor de los dos goles que le dieron el título al Pincha en el tramo decisivo del encuentro.
El inicio del partido mostró a ambos equipos decididos a jugar lejos de sus arcos. Platense fue el primero en avisar con un intento de Ignacio Schor que no llevó demasiada potencia, mientras que Estudiantes respondió con un remate de Edwin Cetré que exigió una notable intervención del arquero Federico Losas. Con el correr de los minutos, el ritmo inicial fue decayendo y el desarrollo se volvió más friccionado, con varias infracciones y amonestaciones que cortaron el juego.
En el cierre del primer tiempo, el encuentro entró en una meseta, con pocas situaciones claras frente a los arcos. Sin embargo, apenas iniciado el complemento, Platense golpeó primero. A los 49 minutos, Franco Zapiola, exjugador de Estudiantes, aplicó la ley del ex con un remate desde la medialuna que se filtró en el arco defendido por Fernando Muslera y puso en ventaja al Calamar.
Lejos de desordenarse, Estudiantes asumió el golpe y fue en busca del empate. Platense tuvo la chance de ampliar la diferencia, pero Guido Mainero falló en la definición frente al arquero uruguayo. Esa acción terminó siendo clave, ya que el Pincha encontró rápidamente la igualdad. A los 78 minutos, Lucas Alario apareció en el área para marcar el 1-1 y devolverle la esperanza a su equipo.
Con el envión anímico a su favor, Estudiantes fue por más. Domínguez movió el banco y su equipo se adelantó en el campo. Cuando el partido parecía encaminarse al alargue, llegó el golpe final. A los 90 minutos, nuevamente Alario, esta vez tras una pelota detenida, selló la remontada y decretó el 2-1 definitivo que desató el festejo albirrojo.
Con este triunfo, Estudiantes cerró un año soñado, al conquistar dos títulos en apenas siete días y asegurarse además su clasificación a la Copa Libertadores 2026, ratificando su protagonismo en el fútbol argentino y coronando una temporada que quedará marcada en la historia reciente del club.