Juan Carlos Martínez nació en 1934 y es el mayor de seis hermanos. Desde niño se interesó por el carnaval: lo conoció a los ocho años, cuando su madre lo llevó a ver los festejos en la esquina de 25 de Mayo e Italia, en el antiguo circuito céntrico.

“Las murgas se formaban en largas filas indias. Tenían una coreografía semejante al caracol y, cuando las que iban se encontraban con las que volvían, cada una intentaba encerrar a la otra. Los personajes eran rarísimos. Por ejemplo, los alemanes habían traído la novedad de los osos Carolina y salían con esas figuras. Otros se vestían de gauchos, de indios, payaban y simulaban peleas”, recordó en una oportunidad.

Actor, transformista, integrante y director, Juancho participó en casi todos los circuitos del Carnaval del País y de los Corsos Populares “Matecito”. A los 15 años, su madre le regaló su primera máquina de coser, que actualmente forma parte del patrimonio del Museo del Carnaval.

“Con el poco o mucho resto que me queda, voy a pelear para que tengamos un Museo del Carnaval y para que alguna vez se enseñe este arte en la facultad”, declaró en 2011, refiriéndose a un espacio que hoy forma parte del museo.

En reconocimiento a su aporte a la comunidad LGBTIQ+, el escenario de El Ángel lleva su nombre. También fue jurado en diferentes carnavales de Argentina y Paraguay, y dirigió carrozas estudiantiles, murgas, conjuntos carnavalescos y comparsas. Integró la Barra Divertida, grupo pionero en la forma de concebir el carnaval, y participó en numerosas producciones históricas del espectáculo.

Juan Carlos Martínez es una figura central en la historia del carnaval y la cultura popular de Entre Ríos.