Redacción EL ARGENTINO
En la provincia de Entre Ríos, esta conmemoración adquiere un significado especial al destacar la riqueza natural de dos Parques Nacionales: el Parque Nacional El Palmar y el Parque Nacional Pre-Delta.
Parque Nacional El Palmar: El Guardián de las Yatay
Ubicado en el departamento Colón, el Parque Nacional El Palmar es un ícono entrerriano. Sus más de 8.200 hectáreas protegen una de las últimas y más australes concentraciones de palmeras Butia yatay, una especie que antaño cubría vastas zonas del Litoral argentino.
Este ecosistema, que se ubica en la confluencia de las ecorregiones Espinal y Pampa, resguarda una notable variedad de fauna, incluyendo carpinchos, vizcachas y una rica avifauna. Además, en su interior se hallan recursos históricos y arqueológicos, como las ruinas de la Calera del Palmar, que atestiguan el legado cultural de la región.
El Parque es un motor de turismo sustentable, ofreciendo senderos, miradores al río Uruguay y espacios para el avistaje de fauna y flora autóctona, promoviendo en cada visitante una mayor conciencia sobre la necesidad de conservar estos ambientes únicos.
Parque Nacional Pre-Delta: La Puerta de Entrada al Delta
Al sur de la ciudad de Diamante, el Parque Nacional Pre-Delta funciona como la antesala del majestuoso Delta del Paraná. Creado para preservar una muestra representativa del delta superior, abarca más de 2.600 hectáreas que se destacan por sus humedales, islas y cursos de agua.
Este parque, designado también como Sitio Ramsar y Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), juega un rol crucial en la protección de la ecorregión Delta e Islas del Paraná. Sus lagunas, albardones y bosques de Barranca albergan especies características de los ambientes litoraleños. Es un lugar ideal para la caminata familiar y el contacto directo con la naturaleza, permitiendo a los visitantes entender de cerca el ciclo de la vida en los humedales.
El Parque Nacional El Palmar y el Parque Nacional Pre-Delta no solo son reservas ecológicas; son dos de los mayores motores de turismo sustentable de la provincia. Miles de visitantes llegan anualmente buscando el icónico palmar yatay o la intrincada red de canales del Pre-Delta. Sin embargo, este flujo de personas y las presiones externas representan un desafío diario para los guardaparques, quienes deben equilibrar el disfrute público con la fragilidad de los ecosistemas.
La belleza que hoy admiramos es históricamente vulnerable. En el caso de El Palmar, la palmera Yatay enfrenta la competencia de especies exóticas y el impacto del uso intensivo del suelo circundante. En Pre-Delta, la dinámica de los humedales es sensible a cualquier alteración hídrica.
Por ello, la celebración del 6 de noviembre es un recordatorio crítico: cada visita debe ir acompañada de un profundo respeto y compromiso con la sostenibilidad.