Redacción EL ARGENTINO
Tras el fuerte ingreso de divisas del mes pasado, el flujo de dólares del agro caerá a uno de los niveles más bajos del último lustro. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que entre octubre y diciembre el sector aportará solo u$s3.900 millones, menos de la mitad de lo registrado en septiembre. El motivo central es el adelantamiento de exportaciones que generó la medida del Gobierno, orientada a aliviar las reservas del Banco Central.
La eliminación de retenciones impulsó a los exportadores a concentrar sus ventas en un período corto, duplicando el promedio histórico para ese mes. Sin embargo, la aceleración de liquidaciones anticipó operaciones que normalmente se hubieran distribuido a lo largo del trimestre. “El alivio inmediato tuvo un costo posterior”, advirtió la entidad rosarina, que alertó por un posible “bache cambiario” hacia fin de año, en momentos de mayor necesidad de divisas.
Aun con esa retracción prevista, el balance anual del complejo agroexportador sigue siendo robusto. En lo que va de 2025, el sector ya ingresó u$s30.600 millones por el Mercado Libre de Cambios y u$s1.550 millones a través de los dólares financieros, totalizando u$s32.150 millones. Con los embarques previstos hasta diciembre, el año cerraría con u$s36.000 millones, el tercer mayor nivel histórico, detrás de los picos de 2021 y 2022, cuando los precios internacionales estaban muy por encima de los actuales.
El informe de la BCR también destaca la creciente volatilidad del sector frente a los cambios normativos. Desde la implementación del primer “dólar soja”, en 2022, la variabilidad mensual de liquidaciones casi se quintuplicó. Ocho de los diez picos más altos desde 2005 se produjeron por medidas transitorias —reducciones impositivas o esquemas cambiarios diferenciales— que alteraron los incentivos a vender.
De cara a 2026, la entidad proyecta una menor oferta de divisas, estimada en u$s31.400 millones. La combinación de precios moderados, reservas frágiles y falta de reglas estables plantea un escenario desafiante para el Gobierno. Lo que hoy aparece como un alivio coyuntural podría transformarse en un nuevo cuello de botella cambiario en los próximos meses.