Redacción EL ARGENTINO
La oposición en la Cámara de Diputados convocó para este miércoles a una última sesión antes de las próximas elecciones legislativas con un temario letal para la Casa Rosada. Incluye, como primer punto, la reforma de la ley que regula los decretos de necesidad y urgencia (DNU) y, acto seguido, el pedido para desplazar a José Luis Espert, primer candidato libertario a diputado nacional por Buenos Aires, de la Comisión de Presupuesto.
El oficialismo está en alerta máxima ante la convocatoria opositora. La reforma de la ley de DNU ya tiene media sanción del Senado y, de ser convertido en ley por la Cámara baja, ataría de pies y de manos al Gobierno condicionándole el uso de una herramienta clave de gestión. Si a ello se suma la ofensiva por desplazar a Espert de la Comisión de Presupuesto por sus vínculos con el empresario narco Fred Machado, la sesión podría convertirse en un polvorín.
El proyecto de remoción de Espert fue presentado por la diputada Victoria Tolosa Paz (Unión por la Patria) y cuenta con el apoyo no solo del kirchnerismo, sino también de Encuentro Federal, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica, Desarrollo y Coherencia y la izquierda. De alcanzar el quorum en la sesión, la apuesta de máxima de estas bancadas será desbancar a Espert ese mismo miércoles en el recinto; sin embargo, para ello necesitarán los dos tercios de los votos porque el proyecto no tiene dictamen de comisión.
De fracasar en este intento, los opositores irán por el camino más largo y burocrático: emplazarán a las comisiones de Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamento y le pondrán fecha al dictamen para llevarlo al recinto en una nueva sesión especial. Un proceso que podría demandar dos semanas más.
El oficialismo se desespera ante la sola posibilidad de que este escándalo se prolongue en el tiempo y contamine todavía más la campaña libertaria. Es por ello que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y funcionarios de primera línea de la Casa Rosada reforzaron en las últimas horas la presión sobre gobernadores y legisladores de la oposición dialoguista para evitar que la sesión se concrete.
Una de las preocupaciones máximas está puesta en la reforma de la ley de DNU, sancionada en 2006 a instancias de la exsenadora Cristina Kirchner. Si bien el presidente Javier Milei tiene la facultad de vetar la reforma -si es sancionada- el oficialismo teme que si la oposición logra consumar este miércoles su golpe, esa derrota tenga efectos políticos corrosivos en momentos de extrema fragilidad del Gobierno.