Gualeguaychú

Consumo, depresión y suicidio: “Necesitamos que se declare la emergencia en salud mental”

Gualeguaychú conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental con una marcha y festival en defensa de los derechos, la dignidad y las políticas públicas. Aseguraron que cuando la crueldad avanza, la salud mental se organiza. El crítico momento que atraviesan los profesionales del sector.

Jueves, 9 de Octubre de 2025, 19:16

Por Mónica Farabello

Aunque el Día Mundial de la Salud Mental se conmemora el 10 de octubre, este jueves la plaza San Martín se colmó de cantos, banderas y consignas para la reflexión colectiva. Cerca de las 18 horas, organizaciones sociales, trabajadores y trabajadoras de la salud, pacientes, estudiantes, artistas y vecinos se congregaron en una jornada que combinó la protesta, el arte y el compromiso comunitario.

 

Con un documento cargado de reclamos, desde la Asamblea de Salud Mental de Gualeguaychú, pidieron “que se escuche nuestro canto por la salud mental, que se escuche nuestro canto con dignidad”, fue una de las frases que abrió el acto.

 

Sobre el escenario, integrantes de la asamblea local dieron lectura a un extenso documento construido colectivamente durante varias semanas de trabajo. Allí se condensaron las preocupaciones, reclamos y demandas que atraviesan al sistema de salud mental en la provincia y el país, en un contexto que calificaron como “de retroceso y crueldad”.

 

 

El documento expresó con fuerza la necesidad de que se declare la emergencia en salud mental y se garantice la plena implementación de la Ley Nacional N° 26.657, sancionada en 2010, que promueve un modelo de atención comunitaria, interdisciplinaria y con perspectiva de derechos humanos. “Tenemos ley, exigimos su plena implementación, su financiamiento total, exigimos dignidad”, leyeron desde el escenario, ante los presentes que acompañaron con aplausos.

 

Las y los manifestantes recordaron que desde la sanción de esa normativa el Gobierno gobiernos “no ha garantizado el presupuesto mínimo del 10% para salud mental”, lo que impide su aplicación efectiva. Denunciaron también el colapso del sistema público de salud, la falta de recursos, la precarización laboral, la escasez de insumos y las demoras en la atención, condiciones que deterioran tanto la salud de la población como el trabajo de los equipos profesionales.

 

“Nos preocupan los continuos avasallamientos por parte del Estado a las políticas públicas de salud en general y de salud mental en particular”, señaló el texto, que además cuestionó las medidas de ajuste, endeudamiento y desfinanciamiento.

 

 

En el mismo sentido, se repudió el intento de modificar la ley sin resolver los problemas estructurales que impiden su cumplimiento.

Uno de los tramos más duros del documento apuntó a los discursos de odio y a la naturalización de la crueldad: “El individualismo, la meritocracia y el éxito personal nos hacen creer que quien tiene dinero puede acceder a la atención y el que no, que se arregle como pueda. Esa lógica destruye los lazos sociales y transforma el malestar colectivo en un asunto privado”.

 

En la lectura se advirtió que el malestar social se patologiza, mientras los servicios se limitan a atender urgencias. “Hablemos del aumento de los consumos problemáticos, de los suicidios, de los femicidios, de las personas en situación de calle, de quienes no llegan a fin de mes ni pueden sostener un tratamiento. Todo eso también es salud mental”, expresaron, insistiendo en que la crisis económica y la exclusión social son factores que inciden directamente sobre el sufrimiento psíquico.

 

 

El documento también hizo hincapié en la grave situación que atraviesa la provincia de Entre Ríos, que lidera las tasas de suicidios del país con 19,8 casos cada 100 mil habitantes, el doble del promedio nacional. “No podemos naturalizarlo porque duplica la media nacional”, alertaron. Es necesario un compromiso político real para abordar estas problemáticas de manera integral”.

 

Ajuste y despidos

Además, se mencionó el recorte de cupos en residencias profesionales, la reducción de fondos en programas de atención comunitaria y los despidos en dispositivos de la Sedronar, que dejan a jóvenes y adultos sin tratamiento. “Manifestamos nuestra preocupación por el cierre de cupos en terapia ocupacional, trabajo social y comunicación social en la Risam de nuestra ciudad”, advirtieron, al tiempo que exigieron “una formación interdisciplinaria y de calidad”.

 

El reclamo por más casas de medio camino, dispositivos intermedios de acompañamiento comunitario y políticas para adolescentes y juventudes también formó parte de las demandas. “Los problemas de salud mental no se resuelven de forma individual. Debemos insistir en tejer redes comunitarias para proteger nuestra vida en común”, remarcaron.

 

 

La jornada no se limitó a la lectura del documento. Luego, sobre el mismo escenario, se sucedieron distintas intervenciones artísticas: música, teatro, poesía y danza, que buscaron poner en palabras y gestos la potencia de la vida colectiva frente al desamparo. “Estamos en la plaza para denunciar las políticas de crueldad y muerte, para insistir en construir un mundo más amoroso, cuidado, respetuoso y diverso, donde quepan muchos mundos”, concluyó el texto.

 

La marcha por el derecho a la salud mental en Gualeguaychú volvió a dejar en claro que la defensa de la vida digna no es solo un tema sanitario, sino político y social. En tiempos de desfinanciamiento y discursos de odio, el reclamo colectivo se hizo oír: “Nos rebelamos contra la indiferencia, el abandono y la vulneración de derechos. Hasta que la dignidad sea costumbre.”

 

“Necesitamos más casas de medio camino, que acompañan la vida en comunidad, y no las respuestas precarizadas en asilo de en asilo de ancianos que no cuentan con habilitación ni equipos especializados. Necesitamos políticas que acompañen a nuestros adolescentes y juventudes, desde la prevención de los consumos problemáticos, la educación, el uso responsable de tecnología, la educación sexual integral y recuperar planes como el ENIA (Embarazo no intencional adolescente), en particular de las residencias de emergencia. Siguen sin actualizar los montos y egresan las mujeres sin políticas sin políticas públicas que apoyen a la autonomía progresiva. Exigimos el financiamiento de la ley de emergencia discapacidad, que logró superar el veto presidencial, y su aplicación está suspendido hasta que el congreso defina su financiamiento. Hoy, como siempre Estamos en la plaza para denunciar las políticas de crueldad y muerte, para insistir en construir un mundo más amoroso, cuidado, respetuoso y diverso”, concluyó el documento.

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