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Uno de los casos más resonantes recientemente fue el de Martín Strauch, de 17 años e hijo de la reconocida cantante infantil Adriana, quien fue brutalmente golpeado la semana pasada en la Paternal por tres delincuentes que le robaron el teléfono móvil.
El menor se dirigía a su colegio del barrio porteño de La Paternal cuando fue interceptado en plena calle por tres delincuentes armados con un objeto metálico, utilizado para golpearlo en la cabeza.
El chico resultó gravemente herido y sufrió el robo de su teléfono celular, por lo que su madre hizo la denuncia pública y destapó una estadística alarmante en la que miles de chicos y jóvenes son víctimas.
Según publicó el Diario Popular, unos 1.800 hechos similares al que sufrió Strauch se registran cada jornada mayoritariamente cometidos en los ingresos y egresos de los alumnos de los colegios y escuelas a los que asisten.
El especialista en seguridad personal Néstor Fortunato dijo que "lamentablemente este tipo de robos ahora son muy violentos, a diferencia de las características de hechos similares que se registraban años atrás, con simples arrebatos", precisando que "hay muchos casos con chicos golpeados, apuñalados o baleados, porque resisten a que les quiten los equipos, ya que tienen un alto costo".
El violento robo padecido por el hijo de la artista se registró a las 7 cuando Martín caminaba por la calle Andrés Lamas.
"Iba para el colegio y vino primero una persona de frente y, al que vino de atrás y le dio con el fierro en la cabeza, no lo vio nunca. Llegó a mi casa con un corte en la cabeza y vino bañado en sangre", contó su madre Adriana, agregando que debieron llevarlo de urgencia a una clínica donde lo sometieron a estudios. Estudios realizados por la consultora especializada Carrier y Asociados, que analiza el mercado de los teléfonos celulares en el país, sostienen que el 16% de las ventas anuales de equipos está concentrado en compradores que fueron robados o hurtados, por lo que se vieron obligados a reponer las terminales. De esa manera, se puede determinar que los robos superan los dos millones por año. Luego, de esa cifra se calcula que el 35% tiene como víctimas a niños y adolescentes.
De esa manera, este segmento de usuarios de tecnología celular tiene a chicos como blancos totalmente vulnerables cuando van hacia sus escuelas o al momento de regresar a su casas en la vía pública, con bandas que justamente los buscan como víctimas predilectas.
"Se observan muchos casos del tipo piraña contra escolares. Es decir, bandas de varios malvivientes que abordan a las víctimas, las rodean y golpean. De ese modo los neutralizan y sacan sus pertenencias, especialmente los teléfonos celulares", señaló Fortunato.
"Se debe decir que hay varios factores que inciden en este recrudecimiento de hechos padecidos por chicos y adolescentes que van a la escuela o vuelven a sus hogares. Por ejemplo, no se puede ignorar que la señal de los equipos es cada vez peor. Entonces a los chicos nos les queda otra que usar los teléfonos en la calle, y allí es cuando quedan expuestos. También es clave el valor que tienen actualmente los aparatos, que superan los 10.000 pesos. Los
chicos saben que si lo pierden es probable que no los puedan reponer fácilmente, entonces resisten los robos, con consecuencias muchas veces graves", dijo Fortunato.
"Las bandas se organizan, hacen inteligencia en las zonas de escuelas y van rotando para pasar desapercibidos. Es una realidad que la reducción, tras concretar los atracos de los equipos es muy fácil. Hay un mercado gigante para estos aparatos. Las cuevas están ansiosas por más equipos. Y en ese punto la responsabilidad de este negocio manchado con sangre la tenemos todos. Si continuamos comprando teléfonos más baratos de dudosa procedencia
seguiremos alimentando este drama cotidiano", cerró el experto.