Diputados nacionales presentaron una iniciativa que apunta a terminar con los incrementos imprevistos en naftas, gasoil y GNC. El proyecto, encabezado por el neuquino Pablo Todero, exige a las petroleras comunicar con al menos 72 horas de anticipación cualquier variación de precios a estaciones de servicio y autoridades regulatorias, y con 48 horas de margen a los consumidores, mediante carteleras visibles, sitios web y medios de alcance nacional.

La propuesta surge tras denuncias de hasta cuatro aumentos en 20 días sin previo aviso, en un contexto de inflación superior al 50% anual y con fuertes impactos en transporte y logística. Los legisladores remarcaron que los combustibles “no son un lujo, sino una necesidad básica” cuyo encarecimiento repercute en la canasta familiar.

El proyecto contempla sanciones que van desde multas de entre 10 y 10.000 salarios mínimos hasta la suspensión o clausura de empresas en caso de reincidencia. Se exceptúan únicamente los ajustes por cambios impositivos o medidas de emergencia dictadas por el Ejecutivo.

Inspirada en modelos de México y Chile, la iniciativa busca mayor transparencia en un mercado concentrado, encabezado por YPF, Shell y Axion. “No pedimos congelamientos; reclamamos información clara y accesible sobre cuánto y por qué están pagando los argentinos”, explicó Todero.

De aprobarse, la ley permitiría al Estado monitorear la evolución de precios y evaluar medidas para mitigar su impacto en la inflación, al tiempo que otorgaría previsibilidad a consumidores y transportistas.