La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentó el Plan Paraná, una nueva estrategia destinada a “fortalecer el control y la seguridad” sobre la Hidrovía Paraguay–Paraná, el corredor fluvial más importante de la Argentina. El acto se realizó en la Dársena 3 de la Prefectura Naval Argentina, en Buenos Aires, con la participación de autoridades nacionales, provinciales y mandos de las fuerzas de seguridad.

El plan abarca los más de 3.400 kilómetros que integran la hidrovía, desde Misiones hasta Buenos Aires, y que atraviesan provincias como Chaco, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos. Por su relevancia para el comercio exterior —transporta la mayor parte de las exportaciones de granos, combustibles y minerales del país—, el corredor es también un punto crítico en la lucha contra el contrabando, el narcotráfico y el tráfico de armas.

Bullrich sostuvo que el objetivo es “blindar el corredor y cortar los circuitos ilícitos” mediante un esquema sostenido de patrullajes, controles y cooperación internacional. “No vamos a dejar un solo milímetro del territorio argentino bajo el control de las bandas. Tampoco un solo milímetro de nuestras aguas”, advirtió la ministra durante su discurso.

El Plan Paraná contempla un trabajo coordinado entre las fuerzas federales y las policías provinciales, con operativos terrestres, aéreos y fluviales. También prevé la instalación de nuevos equipos de monitoreo y vigilancia, la reactivación de sistemas tecnológicos inactivos desde 2018 y el despliegue de unidades especiales en zonas consideradas de alto riesgo.

Uno de los puntos estratégicos será la Isla del Cerrito, en Chaco, que funcionará como base operativa para el control regional de embarcaciones y cargas. Desde allí, se articulará la información con Migraciones, Aduana y las fuerzas de seguridad de los países vecinos. “La cooperación con Paraguay es clave para reforzar la frontera norte y evitar que el crimen avance por el río”, destacó Bullrich.

Durante el lanzamiento hubo enlaces en directo con la Secretaría de Seguridad, jefes de las cinco fuerzas federales y autoridades locales. Bullrich definió el operativo como “una ofensiva integral” que combina tecnología, inteligencia y presencia territorial “para garantizar la soberanía y el orden sobre una vía que es la columna vertebral logística de la Argentina”.

La ministra aseguró que el Gobierno continuará con “una política de seguridad sin concesiones”, orientada a incrementar los decomisos y a perseguir a las organizaciones criminales que operan en la región. “Vamos con todo —dijo—, porque la seguridad no se negocia y el control del Estado sobre sus ríos es una cuestión de soberanía”.