Por Germán Farabello
La música de Alma Carnavalera con melodías norteñas, marca el inicio perfecto para "Endiablada", la temática elegida por el director artístico Guillermo Carabajal en su debut en el Carnaval del País.
Con una comisión de frente de diablos que bailan desde folclore tradicional, pasando por malambo, hasta caporales, la figura principal del Rey Momo interpretado por Fuegor Fariña interactúa con la imponente Andi Davrieux. El cuadro de apertura tiene todos los condimentos necesarios para presentar la temática. Suma la introducción de un destaque giratorio con pantallas que muestran las llamas que terminarán en la cueva de la Salamanca.
La carroza de apertura presenta a la Salamanca como figura principal, con buen color, terminación y diseño, incorpora movimientos en sus alas.
Si bien las primeras escuadras muestran una paleta de colores tierra, rojizos y amarillos, el desfile no decae y desarrolla muy bien el clima que se busca presentar.
Esta vez, se incorporaron cuatro grandes vestuarios con forma de árboles, montados sobre zancos y bastones. Esos mismos trajes fueron el faltante por el que Ará-Yeví no logró cumplir con el mínimo de integrantes en la primera noche, y tuvo como resultado el descuento de un punto.
La confección, terminación y decoración de los vestuarios se vio mucho más completa. En esto se debe reconocer la experiencia de Fabián Dumucet como asistente de dirección, quien posee una enorme trayectoria en el Carnaval del País.
Una vez más el desfile de los de negro y dorado fue preciso y ordenado, logrando levantar al público en los pegadizos estribillos.
La incorporación de un nuevo destaque con dos figuras humanas no resultó de la mejor manera. La falta de terminaciones hizo que algunas estructuras se fueran cayendo a lo largo del circuito, además de la falta de pintura y la iluminación básica.
Una de las escuadras más coloridas y atractivas es la de los diablos norteños, que anticipa la fiesta de la carroza de músicos.
Con grandes máscaras, la Endiablada se hace presente con el mejor estilo humahuaqueño.
Alma Carnavalera volvió a ser de lo más destacado de la noche. Con canciones pegadizas y bien ejecutadas, brinda un show en si mismo. Con un carro acorde a la temática, la banda musical levanta al público a su paso.
El bloque final utiliza vestuarios con estampados norteños como hilo conductor. Abundan los rosas, verdes y celestes. La última escuadra mejoró notablemente con un gran nivel de decoración y detalles. También se sumó un destaque que reproduce el paisaje norteño con cacharros, Cardones y fauna típica.
La batucada Sonido de Parche dirigida por Leo Steffani dió un final justo para el nivel presentado. Con Camila Carro como pasista, el conjunto realiza una puesta en escena coreográfica que funciona a la perfección. Con bombos legüeros, efectos de humo y ritmos tradicionales, la batucada de Ará- Yeví se ganó el aplauso y la ovación del público.
El carro final también sumó cardones, decoraciones y movimientos, mejorando lo presentado en la noche 1.
Sin dudas Ará-Yeví volvió pisando fuerte y la edición 2025 podría ser suya.