Redacción EL ARGENTINO
Durante su exposición, Tolosa Paz detalló que el Laboratorio Ramallo tenía dos lotes del medicamento adulterado: el 31244 y el 31202. El primero fue incautado en su totalidad, mientras que una parte del segundo llegó a aplicarse en pacientes, alcanzando las 45 mil dosis administradas.
Cada lote constaba de 155 mil ampollas. La trazabilidad de los envíos y la documentación de compra permiten confirmar estos números, aunque la dimensión total de la crisis podría ser mayor, dado que muchos casos solo se reportan cuando familiares de los afectados notifican a las autoridades.
El juez Ernesto Kreplak confirmó la gravedad de la situación y advirtió que la cifra de víctimas podría aumentar en los próximos días. En el Hospital Italiano de La Plata, por ejemplo, se registraron 18 fallecimientos tras suministrarse 1.300 ampollas del fármaco, lo que refleja la magnitud del riesgo sanitario.
La problemática pone en evidencia fallas graves en el control y la regulación de los medicamentos críticos utilizados en anestesia. Tolosa Paz y otros legisladores demandan medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los pacientes y la trazabilidad de los fármacos distribuidos en el sistema sanitario.
Los diputados de todos los bloques acordaron solicitar informes al titular de la ANMAT, Luis Lugones, sobre los procedimientos de control de calidad y la supervisión de laboratorios. Además, se analiza la creación de una comisión investigadora que permita determinar responsabilidades y evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir.
La crisis del fentanilo contaminado se suma a otros escándalos de control sanitario y genera preocupación entre los profesionales de la salud, los pacientes y sus familias, que exigen respuestas rápidas y sanciones a los responsables. Las autoridades sanitarias nacionales mantienen reuniones de emergencia para coordinar la retirada de los lotes afectados y revisar protocolos de administración en los centros médicos de todo el país.
La exposición de Tolosa Paz ante la Comisión de Salud busca presionar al Ejecutivo y a los organismos de control para establecer mecanismos de prevención y garantizar la seguridad de los pacientes en el futuro, además de ofrecer contención a quienes ya fueron afectados por la crisis. La situación sigue siendo crítica y la vigilancia de los lotes de fentanilo contaminado se mantiene en curso para proteger a la población.