El presidente Javier Milei firmó el Decreto 614/2025, que adelantó un día no laborable y confirmó un fin de semana largo de cuatro días para noviembre, con el objetivo declarado de impulsar la actividad turística y gastronómica, sectores afectados por la caída del consumo en los últimos meses. La medida se produce en plena campaña electoral, lo que agrega un componente político a la decisión.

El decreto introduce una modificación a la Ley 27.399, habilitando que los feriados que coincidan con sábados o domingos puedan trasladarse al viernes anterior o al lunes siguiente. Esta facultad estará a cargo de la Jefatura de Gabinete, liderada por Guillermo Francos, que definirá los traslados para generar “pausas extendidas” en el calendario laboral y favorecer la economía interna mediante el turismo interno.

Gracias a esta medida, noviembre tendrá un fin de semana XXL: viernes 21 será feriado con fines turísticos; sábado 22 y domingo 23 se mantendrán como días de descanso habituales; y el lunes 24 se celebrará el Día de la Soberanía Nacional, trasladado del 20. La decisión generó expectativa positiva entre hoteleros y comerciantes, quienes ven en estos cuatro días una oportunidad de recuperar ventas y ocupación hotelera tras meses de baja actividad.

No es la primera vez que el Gobierno utiliza esta herramienta para dinamizar la economía. En 2025, el feriado del Día del Respeto a la Diversidad Cultural, que originalmente caía en domingo, fue trasladado al viernes 10 de octubre, también mediante decreto, con el fin de incentivar el turismo interno. Estas modificaciones al calendario laboral no requieren la aprobación del Congreso, aunque implican una interpretación flexible de la ley vigente.

La medida tiene implicancias políticas evidentes. Con las elecciones presidenciales programadas para el 26 de octubre, Milei logra combinar un gesto hacia el sector productivo con una estrategia de visibilidad positiva ante el electorado. Paradójicamente, el presidente había cuestionado durante la campaña la “excesiva cantidad de feriados”, pero ahora los emplea como herramienta de reactivación económica en un momento clave.

Especialistas en turismo sostienen que los fines de semana largos impulsan no solo la ocupación hotelera, sino también el consumo gastronómico y la circulación en comercios locales, generando un efecto multiplicador en la economía. Por su parte, algunos sectores críticos advierten sobre la planificación laboral y la adaptación de las empresas, aunque coinciden en que la medida podría ser un respiro para los rubros más golpeados.